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La primera vez que fui a comer a ese lugar, me lo dieron de cortesía. El amigo con el que fui es muy amigo del hijo del señor que ahi atiende y cuando le dijo al señor que era la primera vez que yo comia ahi, dijo: "ah pues este va cortesia de la casa". De eso ya hace unos 7 años.
Hace algunos dias que le habia dicho a Wendy de ir a comer ahi, para que los probara y aparte que se me antojaban mucho. Hace un par de dias ni teniamos en mente llegar, pero la circunstancias se dieron y terminamos por fin yendo a comer buches.
El lugar esta en el centro, como a un par de locales del Zakas, en Tijuana. Lo mas probable es que ya sepas donde es.
Algunas de las mejores cosas en la vida son muy simples, como caminar, reir, el youtube... cosas asi... simples. Este lugar es lo que tiene, simplicidad, venden buches y sodas, nada mas, pues nada mas se ocupa.
Pides una orden de buches, que consta como de unos 10 pescuecitos de pollo fritos y un monton de salsa de la casa, que es de tomate y chile asi en crudo, picosa siempre; eso y un monton de tortillas. Tienen unas barritas en las cuales puedes comer parado o sentado, como te plazca.
Probar estos buches es una experiencia gastronomica muy chingona y memorable, son una delicia.
El horario no lo se exactamente, solo se que cierran cerca de la media noche y lo mas temprano que he ido es como a las 4 de la tarde.
Excelente servicio, sabor a toda madre y 35 pesos la orden. Pinche felicidad!
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